miércoles, 25 de junio de 2014

Evo y el cuento del tio [Sam]



Evo y el cuento del Tío [Sam]

Pajpaco.- Dícese del charlatán, especialista en el cuento del tío, diversas tretas, pillaraco de semi-baja ralea y cosas peores [Victor Hugo Vizcarra]

El “Imperio americano” como dicen los mazistas, ha hecho un daño terrible al “pueblo” boliviano, lo que [generalmente] no mencionan es que la mayor y más nefasta consecuencia de aquella intervención, es la actual presidencia perpetua de Evo Morales. El dictadorzuelo boliviano debería agradecerle todos los días al supuesto Imperio, el haber podido tomar las riendas de este país tercermundista. Por tercer año consecutivo, el gobierno de Morales, ha reducido los cultivos de coca, dice un informe de la ONU, que desde luego repiten a voz en cuello los mazistas, como sucede cuando algún organismo que viven criticando publican información que les convenga para alargar su régimen.
Pero ¿Realmente tenemos un problema con la coca, con la “droga”? Escribo estas líneas, un 24 de Junio, la “noticia” que repitieron más los medios de comunicación masivos, como siempre escandalizados buscando expandir una moralidad como de las telenovelas que pasan; trataba de una mujer ebria que trató de regalarle su hija [que lloraba terriblemente, quizás por su madre borracha y lo insoportables que son los borrachos] a una jueza, lo que le valió ser sacrificada ante los medios de comunicación y la “justicia boliviana”. ¿De qué forma hubiera reaccionado la policía, o los medios de comunicación si en lugar de ser una mujer borracha, se hubiera tratado de una madre “drogada”? Desde luego no existe ninguna droga que logre que se pierda la conciencia como el alcohol, con las consabidas consecuencias de violaciones, asesinatos, accidentes automovilísticos, muertes por sobredosis, etc., etc., etc. Si la sociedad boliviana tiene un problema con alguna droga, cuyo consumo represente un peligro para terceras personas, claramente esta droga, es el alcohol, que la "droga" mata tampoco es verdad, todas las estadísticas demuestran que la droga que más muertos causa en el mundo es el tabaco, unos 8 millones de personas al año, miles de veces más que todas las drogas ilegales juntas.
En la Bolivia A.E. [antes del Evo], los gringos, ya habían gastado miles de millones de dólares en la “guerra a la droga”, según Friedman, esto equivalía a subvencionar “la droga”. O más específicamente a dar un enorme incentivo económico a las organizaciones criminales que fueran más violentas, con mayor acceso a armas, y/o que tuvieran más capacidad para corromper funcionarios; esto es obvio si se aplica la lógica darwiniana, la policía al atrapar pequeños criminales, deja en paz a los más grandes; exactamente como ocurrió con Al Capone y su negocio de trafico de alcohol.
Lejos de terminar la “guerra a la droga”, iniciativa gringa por antonomasia, el dictador boliviano ha “nacionalizado” dicha guerra, y se jacta de estar haciéndolo mejor sin la intervención americana. ¿No es el colmo del cinismo que una persona que fue perseguida por leyes injustas, luego persiga con las mismas leyes injustas, con mayor ahínco a personas inocentes, y se ufane de “hacerlo mejor”? Lastimosamente su forma de "hacerlo mejor" implica duplicar el hacinamiento en las cárceles [que ya había inspirado un famoso libro “Marching Powder”, que va en camino al cine], capturar, pequeños traficantes y consumidores e inventar cargos por narcotráfico, lo que implica un gran negocio para la “justicia boliviana”. Los impuestos que podrían beneficiar a toda la sociedad se sustituyen por coimas que solo benefician a los más corruptos.
La coca crece libremente en varias regiones de Bolivia, pero ya sin la subvención americana, se dependía solo de los cientos de millones que podía subvencionar Bolivia al crimen organizado [siempre gracias a la prohibición]. Bolivia es el tercer productor de cocaína, de tres países en el mundo que la producen ¿Esto es realmente un logro del dictador Morales y su “nuevo modelo de lucha contra la droga”? o simplemente, la demostración patética, de que librados a la cruel competencia del mercado Bolivia, se ha quedado detrás de Perú y Colombia? Bolivia no tiene caminos, luz eléctrica, ni ningún tipo de incentivo para los campesinos, solo tiene propaganda mazista; si en lugar de todos estos panfletos con la cara de Evo Morales, se repartieran semillas, herramientas, se construyeran invernaderos, se produjeran alimentos, no solo reduciríamos la coca, también reduciríamos el hambre, y las enfermedades. No solo en la propaganda del régimen, sino más importante, en la realidad.

martes, 24 de junio de 2014

No MAS medioEvo



No Más MedioEvo.-

Contrariamente a lo que sostienen nuestras autoridades, el hombre antiguo; jamás ha vivido en armonía con la naturaleza, en el mejor de los casos hemos sobrevivido en armonía con la naturaleza; simplemente no hemos tenido otra opción, de no haber cometido todas las atrocidades imaginables, hoy no estaríamos aquí reflexionando en estos detalles, las leyes de la naturaleza son crueles; se trata claramente de un enorme restaurante dónde nos comemos los unos a los otros, decía Woody Allen.
La supervivencia del hombre antiguo ha dependido del desarrollo de su cerebro, de poder comprender el mundo que lo rodea; hace unos 10.000 años algún homínido de genio, “notó” la agricultura, el descubrimiento implicó abandonar la caza, la vida nómada y establecerse alrededor de las plantas que empezamos a criar, de las que pudimos [por fin] extraer alimentos, ropa, medicina, incluso nos sirvieron para domesticar animales; quizás eventualmente dejemos de ser parásitos de las plantas para iniciar una relación más simbiótica, no creo que sea exagerado afirmar que nuestra supervivencia [como especie] depende de que cuidemos mucho mejor nuestro pequeño planeta.
Los pueblos antiguos, le agradecían a sus diversos “dioses” [generalmente el sol, la luna, y cinco planetas que pueden verse a simple vista, a parte de las estrellas y las diversas formas que veían en ellas los pueblos de todo el mundo], los regalos que les habían dejado en forma de plantas y animales sagrados, recién en 1859 un Inglés [Darwin], explicaría el mundo biológico la vida y todos sus detalles, sin recurrir a la superstición. La sangre divina, real, azul, se mantenía pura con todo tipo de incestos, los hijos [que sobrevivían] defectuosos, tontos, o enfermos, eran atribuidos a algún castigo divino, antes de la ciencia guiando la medicina, era normal morir a los 30 años.
Nuestro sistema político no ha avanzado demasiado de esta etapa de superstición, ignorancia y miedo, Evo Morales, ha sabido capitalizar en favor suyo tales detalles, no existe diferencia alguna entre un presidente perpetuo y un rey, la elección de dios, o del pueblo, es baladí cuando se gastan cientos de millones de dólares en propaganda, en lugar de gastarlos en salud y educación. ¿Se vendería caca-cola sin toda la publicidad que tienen? ¿Sin los contratos de exclusividad que tienen en diversos restaurantes de comida rápida? Quizás el mayor aporte a la cultura de lectura que ha hecho el actual gobierno [en el tercer mundo, el promedio de lectura es de medio libro al año] sea haber llenado la televisión con propaganda suya las 24 horas del día, 7 días a la semana. Así me explico que los bolivianos voten por él en tan altos números, porque somos un pueblo ignorante.
Algunas personas piensan que “ignorante” es un insulto, pero simplemente implica que no se conoce algo, el mundo ignoraba que el sol era una estrella al centro del sistema solar, hasta que Galileo lo confirmó. La educación en Bolivia es pobrísima, casi inexistente, esto cierra un círculo vicioso del que parece que no podremos librarnos pronto, aceptamos la explicación mágica, como si fuera real, esto no puede traer nada positivo, como el medioevo claramente ha demostrado.

lunes, 3 de marzo de 2014

El Evo Morales contra el Amor, las mujeres y la vida



El amor verdadero, mitos y visión científica


I never was attached to that great sect
Whose doctrine is that each one should select
Out of the crowd a mistress or a friend,
And all the rest, though wise and good, commend
To cold oblivion; though it is the code
Of modern morals, and the beaten road
Which those poor slaves with weary footsteps tread
Who travel to their home among the dead
By the broad highway of the world, and so
With one chain’d friend, perhaps a jealous foe,
The dreariest and the longest journey go.

Percy Bysshe Shelley[1]

Una buena muchacha, de casa decente
no puede salir, qué diría la gente
el domingo en la misa si saben de ti.
Qué dirían los amigos, los viejos vecinos que vienen aquí.
Qué dirían las ventanas, tu madre y su hermana
y todos los siglos de colonialismo español
que no en balde te han hecho cobarde.
Qué diría Dios, si amas sin la Iglesia y sin la ley,
Dios, a quien ya te entregaste en comunión,
Dios, que hace eternas las almas de los niños
que destrozarán las bombas y el napalm.

Silvio Rodriguez

Nuestros genes [egoístas], son la explicación última del amor; hacen que realicemos extrañas actividades como cooperar entre nosotros para beneficio de la descendencia –antes de la agricultura, esto sirvió para actividades como comunicarse y cazar presas grandes, o fabricar las armas necesarias para tal actividad- para que de este modo, la sobrevivencia [de los genes] sea menos difícil, desde el punto de vista de los genes solo somos un envase desechable del que se sirven para buscar pasar [la mayor parte de ellos por lo menos] a la próxima generación ¿por qué no mejorar en la medida de lo posible las condiciones de vida de la prole? Los genes desde luego no piensan, solo actúan de ese modo, Richard Dawkins se sirvió de esa ilustrativa metáfora al titular su primer libro “el gen egoísta”[2]; por eso es que muchos animales una vez depositados sus huevos mueren, incluso sus cuerpos sirven de alimento a sus crías; por nuestros genes [egoístas] buscando sobrevivir a toda costa somos como somos, incluso altruistas [desde el punto de vista de la biología: capaces de hacer un sacrificio sin que esto nos beneficie en lo más mínimo]. Hoy en día también podríamos colaborar para crear [cada vez] mejores condiciones de vida para todos los seres humanos, para un futuro real y no uno imaginario luego de la muerte [lo hemos hecho suficientemente bien con las computadoras o los teléfonos celulares]. No es el sexo entre mayores de edad, lo que debería importarle al resto de la sociedad, sino el producto de tales acciones  i.e. niños y niñas con un sistema nervioso plenamente desarrollado. Contrariamente a esto, se supone que es la vida “microscópica” es la que más preocupa a los grupos religiosos, y digo supuestamente porque lo que realmente preocupa a los religiosos es el sexo, las paupérrimas condiciones de vida que tendrán varias de las criaturas que se salven de ser abortadas [en Bolivia, en el tercer mundo] hablan por sí mismas.
Colaborar y pelear con otros grupos [para defender los recursos escasos o las hembras] ha sido marca de los homínidos desde que empezamos a organizarnos en grupos. Arthur Schopenhauer en: “El amor las mujeres y la muerte”, sin conocer una palabra acerca del ADN, analiza el problema del amor con rigor filosófico, y llega a conclusiones absolutamente lúcidas aunque cargadas del machismo de su tiempo, observa que son nuestros instintos naturales: los de preservación de la especie y reproducción, [los que al fin y al cabo] nos hacen buscar el coito[3], nos engañan [nuestros genes] lo suficiente para convencernos de que una persona entre millones es especial y única, y por ende la búsqueda del amor verdadero [y eterno] podría concluir con éxito. Casualmente esta es también la (equivocada) posición de la iglesia cristiana, como (creen que) el amor [uno de los atributos de Dios[4]] es eterno, el sagrado matrimonio puede y debe durar para siempre [hasta que la muerte los separe]. Ideas ridículas como un Dios eligiendo a dos personas para amarse en la eternidad y bendiciendo su matrimonio con hijos, y prosperidad, son la razón por la cual en el mundo cristiano se encierra en jaulas a quien cometa el atrevimiento de casarse dos veces, en clara oposición a los musulmanes. Cómo muchos niños y niñas son educados en esta visión de amor platónico, eterno, inalcanzable, el sufrimiento es inevitable, pues la realidad, siempre vence a las fantasías.
El matrimonio, 1 hombre, 1 mujer, por el resto de los días, que no hayan tenido encuentro sexual alguno y que se hayan mantenido tan ignorantes respecto al sexo como sea posible, fue por siglos el triunfo de los moralistas, la victoria de las enseñanzas cristianas[5]. Sin embargo, para ver realizada tal visión, durante cientos de años, la educación cristiana había trabajado para que innumerables matrimonios se mantengan infelices, para que las mujeres sean abusadas, golpeadas, o abandonadas, o los hijos-as deban crecer presenciado espectáculos terribles de violencia doméstica, y otras miserias, como la disminución perpetua de una madre, ante un padre obligado a fingir un “matrimonio feliz” por el “qué dirán”. Muchas de estas tradiciones con la inevitable violencia que conllevan, luchan por seguir vigentes en Bolivia, pero el avance del tiempo de la ciencia, logra que cada vez se escuche menos a los religiosos. Sigmund Freud señaló para escándalo de su época [1900] que los niños sienten atracción sexual por sus madres, las madres, -de aquél tiempo, en la Europa de Freud- análogamente se enamoraban y dedicaban enteramente a sus hijos, consintiéndolos en cada detalle, malcriándolos para siempre. Controlando –además- cada detalle de sus vidas hasta mucho después de casarse cuando atormentaban a las esposas de sus hijos, sus competidoras por el amor que las pobres damas de la época habían sido enseñadas a no poder encontrar en sus esposos; quienes a su vez ocupaban su vida en el trabajo y/o con otras mujeres, buscando la felicidad que les habían enseñado desde pequeños a no poder encontrar con sus esposas. La imagen ideal de la época era una mujer deseosa de tener hijos pero que aborreciera el sexo, que lo percibiera como un deber marital, nunca jamás como una fuente de placer, el placer era (¿es?) sinónimo de pecado.
¿Qué pasaría si dejamos de lado esta obsesión [cristiana] respecto al sexo, si dejamos de lado la explicación como algo: malo, pecaminoso, prohibido, o útil solo para la reproducción? Por siglos la idea de que el hombre no podía romper lo que Dios había unido, consiguió que miles de personas tuvieran que vivir infelices el resto de sus días, al no poder divorciarse. ¿Qué pasaba cuando tu pareja se volvía loca [clínicamente]? ¿O cuándo no sabían [o habían ocultado] que tenían alguna enfermedad venérea, o la contrajeron después? ¿O claro personas que notan, luego de casarse, que son homosexuales? Entre innumerables ejemplos que pueden dificultar una unión solo separable con la muerte y preferentemente entre personas sin experiencia sexual previa, claramente el divorcio no fue del agrado de la Iglesia. El [oscuro] filósofo, anota que el amor [aquél engaño de nuestros sentidos] termina en el momento exacto en que termina el encuentro sexual[6], Russell señala que sin importar cuántos años pueda durar aquél [alto] sentimiento, invariablemente terminará, pero que difícilmente se abandonaría un buen hogar [con años de compañía e hijos] por perseguir sentimientos pasajeros. La mujer prácticamente durante toda la historia había sido una carga, un adorno para el hombre casado.
El tiempo encontraría una interesante solución para que la mujer abandone su condición de carga para el hombre que se case con ella; la guerra [mundial] que terminó con la vida de millones de hombres, logró que las mujeres de esa época (en Europa) condenadas a la soltería, busquen un medio de subsistencia que no implique casarse y criar una familia, además la contienda bélica había probado que los argumentos tildándolas de pacifistas eran falsos y se las había recompensado con el derecho a votar[7] por su colaboración en el esfuerzo patriótico de aniquilar otras naciones[8]. Europa enfrentada con la muerte disfrutó cada vez más de la vida, las telecomunicaciones y la educación aumentaron, la amenaza del infierno perdió fuerza, los contraceptivos ganaron popularidad, no existe una explicación sencilla y única, pero con los años a partir de la Guerra Europea (llamada también Primera Guerra Mundial), las mujeres también conquistarían otros derechos como fumar, beber, engañar a sus esposos sin destruir sus vidas (o sus familias) o vestir pantalones en público [Poco a poco ya no metían en cárceles a las mujeres que se comportaran “como hombres”]. Tales ejemplos [memes] se esparcieron lentamente por el resto del mundo.
Muchas mujeres, con mayores medios económicos, encontraron que ya no era preciso cuidar su “honor”, su virginidad, para entregarla en el lecho nupcial, y luego convertirse en diligentes madres [el resto de sus vidas]. Los contraceptivos, la ciencia, tuvo mucho que ver en este detalle, los embarazos, las enfermedades, si se tenía sexo antes [fuera] del matrimonio ya no eran inevitables. Empezaron los romances sin matrimonio obligatorio, en detrimento de la prostitución; institución que inevitablemente emana de la moral cristiana y es compañera inseparable de los matrimonios largos y felices, además de guardiana del “honor” de las hijas de buena familia[9]. Es gracias a las prostitutas que los hombres pueden pecar sin culpa alguna, en todo caso la absolución de la esposa o de la confesión ante el cura[10] son fáciles de obtener, además, ya que las prostitutas quedan fuera de todo círculo social y deben esconderse ante el desprecio general, no hay peligro de confrontaciones incómodas[11]. Los hombres que se hayan acostumbrado a frecuentar prostitutas –escribe Russell-, antes de casarse, quizás encuentren fría a su poco experimentada esposa, y si encuentra que disfruta el sexo, quizás la asocien con el pecado, como le han enseñado desde pequeño, con lo incorrecto [con la fornicación] y la comiencen a tratar como una prostituta; o todo lo contrario, tratando de apartarla lo más posible de esa imagen de “maldad, perversidad, etc.”, en cualquier caso, el resultado –de alejarse de la realidad- no es deseable. La prostituta, [ya sea en países protestantes o católicos] es símbolo del pecado, de lo prohibido, del mal, etc.; se la condena a una vida insalubre y a los excesos del alcohol [u otras drogas], ha sido presa de extorsiones en manos de quienes tuvieron el trabajo de controlarlas o prohibirlas, durante siglos. Los dictámenes de Bertrand Russell son fulminantes, la prostituta misma aprende a despreciarse, obligada (casi siempre por la pobreza) a llevar una vida contraria a la naturaleza, tan anti-natural como la vida que se obliga a llevar una monja.
Es seguro decir que mientras exista un alto valor para este bien, para la virginidad antes del matrimonio, las nobles guardianas de aquella virtud; las putas, existirán sobre esta tierra. Han sido envilecidas y tenidas a menos, desde que su oficio dejó de considerarse camino hacia la unión sagrada con los dioses, [lo divino/ lo eterno] en los templos a propósito, y empezaron a ser rechazadas y perseguidas por la Iglesia[12]. La disminución de las mujeres a la prostitución, es sin embargo, causa directa de la moral cristiana, de su énfasis en el sexo como un pecado que debe ser evitado y [particularmente] en la monogamia. En la época de Russell, él escribía que la prostitución solo había subido en Sudamérica, mientras se había reducido en el resto del mundo, ¿por qué habrá ocurrido esto? ¿El resto del mundo se volvía más liberal y los servicios de una prostituta ya no eran requeridos? ¿El resto del mundo subía sus ingresos mientras Sudamérica se veía cada vez más empobrecida? Dudo que el modelo haya cambiado demasiado en nuestros días, salvo que habría que añadir además muchas más partes empobrecidas del mundo a la cuenta de países pobres llenos de mujeres pobres que deben prostituirse para sobrevivir[13].
En la Bolivia de hace casi un siglo [de la época de Russell], las mujeres también luchaban por sus derechos, entre ellos el derecho a divorciarse:
Fue el régimen liberal el que dio en Bolivia el más grande impulso al incremento de la instrucción de la mujer en las escuelas y liceos; y de toda la obra de don Ismael Montes fue ésta acaso la más trascendental. (…) No hay, no puede haber, es imposible que haya cambios radicales en una sociedad cuando las mujeres no cambian, porque ellas forman el alma del niño y es en el hogar donde primero se operan las transformaciones más profundas.
La escuela y el liceo, grandemente impulsados por don Ismael Montes, hicieron su obra. Y la mujer, al cabo de pocos años, ya instruída, comenzó a darse cuenta de su triste estado y a querer salir de él. (…) El primer caso en que la mujer boliviana muestra la revolución de su criterio y de su mentalidad, es, en 1926, cuando se presenta en las Cámaras el proyecto de divorcio absoluto y, sustrayéndose a la formidable presión del clero, no sólo no ofrece resistencia a la discusión del proyecto, como en Cuba y en el Perú, ni se presta a considerarlo como un motivo seguro de disolución social, sino que pide y hasta exige con el imperio que le es propio, aprobación de ese proyecto.
En el Perú, las mujeres se insurgieron y organizaron manifestaciones bulliciosas por las calles de Lima, se fueron en grupo al Senado y no se retiraron del local sino cuando hubieron obtenido la promesa de que no pasaría la ley. En Cuba ofrecieron el mismo espectáculo y sus protestas, unidas a las del clero, fueron clamorosas; pero entonces el Senado sorprende a todos porque con su voto llega a autorizar el divorcio por “mutuo disenso” (…)
Entretanto un periódico de importancia, El Diario, decide en Bolivia promover una encuesta exclusivamente femenina. Y las damas de mayor linaje se muestran decididas partidarias del divorcio, con entusiasmo y casi unanimidad.
El movimiento en favor del divorcio se manifiesta vigoroso y entusiasta en todas partes, hasta en esas ciudades de abolengo, recatadas y algo austeras como Chuquisaca.
Ante la actitud decidida de las damas, el clero se alarma y el arzobispado lanza una pastoral el 12 de octubre de 1926, en que lamenta la intromisión del a mujer en el debate, la condena y trata de prevenir sus efectos. No quiere aceptar la sinceridad de su opinión, se resiste a creer que sea producto de la reflexión. Cree más bien que el paso dado por las damas “no ha consultado ni sus sentimientos religiosos, ni los intereses, y sobre todo, la dignidad del sexo” y las exhorta a volver sobre su actitud e incita a los hombre a mostrase enérgicos y decididos contra la aprobación de una ley de segura disolución social…
Esta actitud de la iglesia es constante e igual en todos los sitios porque la Iglesia concibe como ideal la unión indefinida; pero no tiene en cuenta la diversidad de temperamentos, gustos, preferencias que a veces luchan dentro del matrimonio y convierten la vida del hogar en una triste pelea de todos los días. (…)
El proyecto fue manipulado en la Cámara en ese conocido juego de las comisiones; mas hubo de ser discutido y votado al fin ante la presión de un memorial suscrito por todas las muchachas de la universidad, secundadas por el Ateneo Femenino, animado y dirigido por una mujer moza, bella, culta y de espíritu delicado María Luisa Bustamante de Urioste, quien convoca en 1929 la primera Convención de mujeres bolivianas en inscribe como punto principal la conquista “no solo de ideales sino de realidades para la mujer”…[14]
¿Por qué hemos retrocedido en lugar de avanzar? ¿Por qué no se conquistaron esas realidades en lugar de ideales para la mujer? Bertrand Russell, escribe [pienso que] acertadamente que, por mucho que la educación para hombres sea embrutecedora y busque reducir los espíritus curiosos e inteligentes a la monotonía y la repetición sin sentido de ideas absurdas y fantasías religiosas, la educación para las mujeres ha sido mucho peor, particularmente en lo que respecta al sexo, observemos por ejemplo, que hasta nuestros días, las “revistas para mujeres” no tienen solo horóscopos [y todo tipo de “información” inútil], sino toda clases de hechizos y superchería absurda para obtener el amor y la abundancia ¿Por qué esos contenidos son considerados “para mujeres”?.
Alcides Arguedas escribe que: las mujeres a poco de ser liberadas, de su rol de tejedoras que esperaban a quien las corteje, junto a su madre, desde la seguridad del balcón y un saloncito especial para tal fin; gracias en parte a la guerra del Chaco, una vez educadas y con trabajos que les permitían desenvolverse igual que los hombres o incluso en posiciones superiores, habían terminado por entregarse a la frivolidad y el chismorreo, el flirt había descendido a las calles, las mujeres perseguían a los hombres con total desfachatez. ¿Habrá tenido algo que ver -en las recatadas observaciones de Arguedas- su europea educación, que lo obligaba a ver seres inferiores por doquier? Casualmente cada intelectual de cada país involucrado en la guerra pensaba que las personas [los hombres] de su país eran la “raza superior”, y debían multiplicarse para hacer un ejército gigantesco, en muchos casos, los anticonceptivos fueron prohibidos, la sobrepoblación no era problema, porque se esperaba que de un momento a otro, un enorme número de personas muriera en la guerra. Arguedas contrariamente pensaba que su pueblo estaba condenado al retraso, pues la raza de los indios a pesar de sus fortalezas, simplemente era inferior [aunque por suerte no se había mezclado con la de los negros –op. cit. pg. 247-]. ¿Habrá deseado el escritor una especie de sociedad utópica, dónde solo se reproducen ciertas personas de la llamada “raza superior” [de la raza blanca], que luego conducen [de forma casi inevitable] a la superación/progreso del “pueblo”? ¿Quizás incluso a dominar otros pueblos inferiores? En todo caso no sería culpa suya, toda Europa [prácticamente todo el mundo] pensaba de ese modo: Las ideas de Charles Darwin habían sido hábilmente manipuladas, hasta generar un mal llamado darwinismo social en que los países ricos, las “razas superiores”, explotan, como si fuera mandato de la naturaleza, a los países pobres y sus “razas inferiores”, por siglos la cantidad de melanina que segrega nuestra piel fue la base para realizar todo tipo de abusos. Las leyes que rigen nuestras vidas, deberían servirnos para cuidarnos de nosotros mismos, de [estos] nuestros instintos primitivos, de los deseos de dominar a la mujer, a los pueblos más pobres, o a las personas más débiles que “nosotros”; la fuerza de la razón es la que podría, debería protegernos.
Resulta obvio, que si ha habido adelantos en cuanto a los derechos de las mujeres, no ha sido nunca gracias a la religión, sino a pesar de la continua interferencia de la misma, las consecuencias de interferir con la libertad de las mujeres son peores de lo que parecen a simple vista. Los niños y niñas de Bolivia para tener una buena educación, y acceso a la salud necesitan dinero, es decir padres que trabajen todo el día, de no tenerlos o si éstos los abandonan o se dedican al alcohol [entre otras causas], ellos mismos son los que deben trabajar todo el día para poder subsistir. La falacia de Beethoven es ilustrativa: “Si Ud. conociera una mujer pobre, embarazada, y supiera que de 6 hijos que tendrá 4 morirán, en la más abyecta pobreza, quizás por hambre y enfermedades. ¿Ud. le sugeriría abortar?” al responder que “Si”, la persona que cuenta la historia anuncia que “ha condenado a muerte a Beethoven”, sin embargo puede decirse lo mismo de Evo Morales o Adolfo Hitler.
El aborto ilegal obliga a las mujeres pobres de Bolivia a reproducirse casi obligatoriamente cada vez que tienen sexo, el hambre se multiplica los panes no [y dado que “el hijo hombre”, es anhelado en el campo se busca de algún modo la multiplicación de los penes] Una de estas mujeres pobres fue la madre del dictadorzuelo Evo Morales, de su “lucha por sobrevivir” [de Evo, no de su madre], se han hecho un par de películas, narra [el supuesto presidente indio] su pobre niñez, donde ya soñaba con ser presidente. Detengámonos a pensar un poco en lo que debemos hacer los monos africanos para sobrevivir. “El vivo vive del zonzo” dice el refrán, nunca más cierto que en Bolivia, hay gente muy trabajadora y el resto termina metido en la política.
La estrategia de Morales de usar el aparato judicial para perseguir a sus posibles adversarios hacerse publicidad como luchador contra la corrupción, el narcotráfico y la delincuencia, no es nueva; en el reino animal el mono que quiera ser el líder del grupo, generalmente golpea brutalmente a su adversario y parte de su publicidad es exhibir su pene erecto [nosotros mostramos el dedo medio, la grosería más famosa en inglés es “fuck you” presuponiendo el “I” por delante]. Este comportamiento del dictadorzuelo. Metiendo rodillazos a quien tenga el atrevimiento de jugar fútbol mejor que él. Es un excelente ejemplo de lo primitivo del Estado Plurinacional Boliviano. Para sobrevivir en Bolivia, en las calles, en el campo, ¿Qué tendrán que aprender los niños? ¿A qué se ven obligados los niños pobres en su “lucha por sobrevivir”? Se supone que el Estado busca salvarles la vida prohibiendo el aborto, pero los deja morir de hambre y enfermedades evitables apenas nacen.
De ahí proviene el dictadorzuelo, no se cansaba de repetir de su humilde origen cuando le convenía tal propaganda. La pobreza más abyecta tratando de sobrevivir, no es culpa suya gastar todo el erario público en milicos, publicidad y lujos personales, quizás cualquiera en sus zapatos actuaría así. Pero es nuestro deber luchar para que la [supuesta] riqueza no lo beneficie solo [o principalmente] a él. Las cifras millonarias que presenta[ba] continuamente el gobierno, divididas entre 10 millones de bolivianas y bolivianos, eso es lo que cualquiera entiende por socialismo. ¿Cómo crecerían los niños y niñas, en un lugar donde hay [seguro] pan, techo y trabajo? ¿Desarrollarían las “virtudes” que han llevado a Morales al Palacio? ¿O serían gente realmente valiosa? Un experimento que valdría la pena intentar.


[1] Nunca he estado atraído a esa gran secta/Cuya doctrina es que cada uno debe seleccionar/De una multitud una amante o una amiga/Y olvidar a todas las demás incluso sabias y buenas/ Al frío olvido; duro es el código/De la moderna moral, y el duro camino/Que estos pobres esclavos y sus cansados pasos/Que viajan a su hogar entre los muertos/Por la ancha carretera del mundo, y asi/Con una amiga encadenada quizás una celosa enemiga/El más penoso y largo viaje avanza.
[2] ¿Cuál es la ventaja de que más o menos la mitad de un código genético pase a la siguiente generación?
Respuesta.- La desventaja, de no variar los nuevos individuos, es que los virus y bacterias que están sobre nosotros ahora, acabarían con la siguiente generación fácilmente al conocer perfectamente ya todas nuestras debilidades. El monocultivo es deleznable por esa razón, una enfermedad puede acabar con hectáreas de alimento y ocasionar desastres como la [famosa] hambruna de Irlanda por la falta de patatas. ¿No será igualmente desventajoso que todos compartamos la misma religión? Usando jaulas para asegurarnos de que todos sigamos las mismas costumbres. ¿No sería mejor alentar puntos de vista diferentes?
[3] Una de las frases más famosas de Borges es que los espejos y el coito son despreciables por que multiplican el número de los hombres. También condenada a la imprenta por multiplicar hasta el vértigo el número de libros inútiles sobre este planeta.
[4] Quien nos amó tanto que mató a su propio hijo para demostrarlo: Juan 3:16.
[5] Bertrand Russell, Marriage and Morals, pg. 52.
[6] Schopenhauer [quien no puede escapar del machismo y otros errores propios de su época], también escribe que sin notarlo las personas altas eligen personas bajas para compensar [de algún modo] los excesos de la madre naturaleza; y que si los hombres pudieran casarse con más de una mujer, como en los países musulmanes, los problemas de las viejas solteronas (su sempiterna intromisión en asuntos que no son de su competencia, su conocida amargura debida a la falta de intimidad sexual, inevitable en un país que espera la monogamia y la santidad del matrimonio, sin tomar en cuenta que existen un par de millones más de mujeres que de hombres), se terminarían de inmediato.
[7] Algunos datos: Nueva Zelanda 1893; Australia 1902; Finlandia 1906; Noruega 1913; Estados Unidos 1920; Reino Unido 1928; Francia 1945; Bélgica 1946; Suiza 1971; Kuwait 2006 (Richard Dawkins, “The God Delusion”, pg. 301).
[8] Bertrand Russell, Marriage and Morals. Pag. 33.
[9] Ibid. 55.
[10] ¿Será posible que la Iglesia mantenga la institución de la confesión para perdonar pecados, como intento de mantener su poder? Como señala Russell.
[11] Contrariamente a los países protestantes donde la prostitución está prohibida por ley, ergo se deja al marido infiel en una situación –espiritual- mucho más desolada, sin embargo las prostitutas siguen en un lugar apartado de la vista de la buena sociedad; luego de la guerra mundial, fueron traficadas por gánsteres, junto con el alcohol en paraísos para vacacionar [para los americanos] como Cuba antes de la revolución cubana de 1959, luego de la revolución la pobreza sigue obligando a varias mujeres a prostituirse.
[12] Empeñada en el monoteísmo religioso, la mayor parte de los historiadores –cristianos- proponen como un adelanto significativo e importante el dejar de adorar muchos dioses para concentrarse en uno solo, ninguno propone dar un paso más y dejar de adorarlos a todos, la observación es de Dawkins.
[13] Se atribuían las nuevas libertades sexuales que se podía permitir la población [en Norteamérica e Inglaterra, luego de la Guerra mundial de 1914] al recién popularizado automóvil, que permitía escapar de la vigilancia de los vecinos y los padres, además de los buenos salarios [antes de la depresión]. Hace cien años esta era una libertad moldeada por la prohibición al alcohol, que hacía al igual que éste, que el sexo se deba conseguir a escondidas, de forma rápida y adulterada, aunque justo como con el alcohol se aumentó la asiduidad de la fornicación. La borrachera se hacía obligatoria en las reuniones sociales de las clases altas, y brindaba un halo de intrepidez e inteligencia a quien supiera burlar las normas para proveerse de alcohol, burlar las normas respecto al sexo era similar, las prohibiciones disminuían la calidad tanto del sexo como del alcohol, haciéndolos indeseables y peligrosos justo como habían dicho los moralistas por generaciones.
[14] Alcides Arguedas, “Pueblo Enfermo”, pg. 221-223.