jueves, 12 de diciembre de 2013

Evo Morales y su adicción a la Guerra [gringa] a la droga

 
Evo Morales es adicto a la Guerra [gringa] contra la Droga.-




Lo irónico de la presidencia de Evo Morales es que fue completamente subvencionada por los norteamericanos. Empezó cuando USAID, habilitó tierras en el Chapare para que los mineros que se quedaban sin trabajo en los Andes [cerca de Oruro por ejemplo] pudieran ir a cultivar cítricos u otras frutas, las leyes del mercado determinarían que el único producto rentable de la selva boliviana fuera la “hoja sagrada”, elementalmente desde Richard Nixon (1971), la lucha contra la droga se había convertido literalmente en una “guerra a la droga”, todo esfuerzo militar, cualquier cantidad de gente enjaulada, la cantidad de dinero q sea necesaria, absolutamente todo estaba justificado con tal de acabar con “el enemigo número 1 de la juventud Americana, el consumo de drogas ilícitas”. Años antes el ejército americano había exterminado el negocio en Perú, donde el comercio de cocaína, cocaína bruta [pasta base de cocaína], y hojas de coca, fue legal desde la guerra del pacífico, hasta que los “gringos” empezaron a luchar contra el comunismo [y de paso la droga], en Latinoamérica.
Solo cuando el negocio de la cocaína empezó a ser perseguido en Perú, a finales la década de los 40’s, se expandieron a Bolivia los laboratorios para refinar la “cocaína bruta” [descubierta por Alfredo Bignon, un boticario que buscaba resolver el problema de la hoja de coca que se descompone en el viaje a Europa y por ende no conserva sus propiedades]. El mercado se encarga de armar rutas de comercio por el norte de Chile, hasta Cuba [antes de Fidel], y de ahí a las calles de Nueva York. La dictadura se encargaría de cerrar las rutas por el norte de Chile [Augusto Pinochet en 1973, da un golpe de Estado, al primer gobierno socialista elegido democráticamente con la ayuda de Kissinger y Nixon fanáticos anti-comunistas. Se sabe que lejos de combatir “el narcotráfico” Pinochet se adueñó de buena parte del negocio, justo como el resto de los dictadores militares que tomaron Latinoamérica, auspiciados por Estados Unidos, y el “plan cóndor” para salvarnos del comunismo]. El primer comisionado Americano anti-droga Harry Anslinger, acusó a Fidel Castro de encubrir narcotraficantes, en su Isla, aunque sabía que Castro había expulsado a los narcotraficantes, y dueños de casinos y todo tipo de “empresarios” de su Isla, con lo que empezó la diáspora de traficantes por Centroamérica hasta Miami. La respuesta del dictador comunista fue contundente, si el señor Anslinger le facilita una lista de los supuestos narcotraficantes, no solo los encerraría en una jaula, sino que los fusilaría.
Nuestro actual dictador comunista, nuestro presidente Indio, le agradeció al embajador de Estados Unidos, de aquél tiempo [hace 8 años] haber hecho campaña a su favor [el pobre señor había dicho que Estados Unidos vería con mucha preocupación si el pueblo boliviano elegía a un candidato ligado con la coca, y por ende con el narcotráfico], si en verdad fue esa la gota que desbordó el vaso y le otorgó un rotundo 54% a Evo Morales en su primera elección ganada, no lo sé, desde que se inauguró la democracia habían pasado casi 30 años, el último dictador Luis García Meza no hacía esfuerzo alguno en ocultar sus conexiones con Nazis; El ministro de la cocaína había amenazado con la muerte a los anarquistas y disidentes, don Roberto Suárez, había ofrecido pagar la deuda externa, si los gringos dejaban libre a su hijo, que fue acribillado luego de obtener la libertad por otros medios. La ley 1008 fue dictada, traducida del inglés, [tiene sorprendentes similitudes con la ley peruana, v.gr. el número de hectáreas permitidas para el consumo legal de la coca], estábamos ante un enemigo temible y todas las medidas que pudiéramos tomar resultaban pocas… Qué madre no se atemorizaría de su hijo en manos de la “temible droga”. El negocio de atemorizar a la población y “salvarla” no es nuevo.
La exterminación de cocaleros, y el encerrarlos en jaulas, fue el nuevo “modus operandi” de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, y de todas su ramas anexas. La hoja de coca, había adquirido valor principalmente, porque el negocio que en Colombia había florecido hasta darnos a Pablo Escobar, como las fuerzas del orden prohibían la planta en Colombia o Perú, lógicamente el negocio creció en Bolivia, la hoja de coca se transformaba en cocaína bruta [pasta base de cocaína] y era exportada por avionetas hasta la selva colombiana, Panamá, México, uno a uno se abrían nuevos “centros de la droga” cuando la represión militar cerraba viejos círculos de comercio. La “guerra a la droga” cobraba decenas de víctimas sacrificadas para dar la impresión de que se luchaba contra el mal, y este era un gran negocio, principalmente para las personas que vendían/fabricaban armas, además de policías, militares y otras personas encargadas de la represión en todos los niveles como jueces, fiscales, abogados, etc. En líneas generales la “oposición” acusa al gobierno de no ser suficientemente duro con el “narcotráfico” de hecho al ser el líder de los cocaleros, el presidente Evo Morales no podría ser al mismo tiempo líder de todos los bolivianos… lo dudo.
Justo como Nixon, Reagan, Bush, Castro, o cualquier jeque árabe, Evo Morales se ha declarado fanático de la “guerra a la droga”, Estados Unidos lo había hecho todo mal, así que arrojó a la DEA de territorio boliviano, “nacionalizó” la “guerra a la droga”. Con lo que subieron las incautaciones y los presos por narcotráfico, es decir para dar la impresión de que Evo Morales lucha contra la droga, las cárceles están hacinadas, con mujeres y niños-as incluidos, junto con Venezuela, el sistema penal boliviano es el más saturado de la región… ¿por qué? simple, la “guerra a la droga”, sirve para evitar hablar de pobreza, de gente sin trabajo, de bajos niveles de educación, si hay algún problema, se apunta a “la droga” al “narcotráfico”, como causa principal, así podemos comprar 5 ó 6 helicópteros de millones de dólares pues ningún sacrificio es poco para librarnos del mal. De este modo se evita gastar en hospitales, en escuelas, en cualquier medida que pueda realmente servir para combatir el narcotráfico, o problemas reales como la pobreza o la falta de educación.
No es verdad que Bolivia tenga un “problema” con la droga, en todo caso la droga que nos causa más problemas es el alcohol, prácticamente todos los casos de mujeres golpeadas, o asesinadas por sus parejas, tienen base en los celos exacerbados por el alcohol. El cigarrillo mata más personas que la cocaína, la heroína, y absolutamente todas las drogas ilegales juntas… entonces por qué seguimos luchando esta centenaria “guerra a la droga”. Simple le sirve al MAS, al Chavismo, a Estados Unidos, para gastar dinero en ejércitos enormes, le sirve para inventar que nos están salvando de un enemigo temible, le sirve para engañarnos y obtener nuestro voto. Apliquemos nuestras facultades lógicas: luchar contra “la droga” solo pone el negocio en manos de los “cárteles de la droga”, solo quien tenga armas, dinero o contactos con el gobierno o la policía, va poder prosperar en “el negocio”. Si realmente le preocupa el narcotráfico, de qué sirve poner al cuerpo de policía más corrupto del mundo a luchar contra él. La verdadera lucha contra la droga, implica un control real, una venta controlada a mayores de edad e impuestos, no es verdad que la cocaína o ninguna droga vaya a destruir nuestra sociedad, pero si seguimos sin cuestionar una ley tan costosa [pues nos cuesta tener cárceles hacinadas, perdemos productividad y gente valiosa, pero también nos cuesta que la policía deje de perseguir violadores, asesinos o rateros, para perseguir criminales poco peligrosos] vamos a ser nosotros quienes acabemos destruyendo nuestra sociedad.

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